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Género en las políticas públicas ambientales.

Un trabajo de investigadoras de la Universidad de Cuyo destaca la pertinencia de considerar el papel de las mujeres en la protección del ambiente.

 



Recientemente, mediante el trabajo de investigadoras de la UNCuyo, Mendoza ingresó en el proyecto de carácter internacional ‘proyecto GENDERCIT –Gender and Citizenship’ –Género y Ciudadanía-, el cual trata la ciudadanía de las mujeres desde una perspectiva de género. Para abordar la complejidad que presenta la planificación de programas de medio ambiente es necesario el fortalecimiento de la participación de hombres y mujeres, en un marco de consolidación de prácticas democráticas.

Se resalta la importancia de la incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas de medio ambiente profundizando así el ejercicio de la democracia y pone de manifiesto la necesidad de una mirada interdisciplinaria que permita relacionar los temas género, medio ambiente y democratización.

Para la concreción de un programa integrado de planificación de políticas públicas se presentan tres conceptos centrales: el primero es la definición de perspectiva de género, el segundo es el concepto de medio ambiente el cual debe ser pensado hacia el desarrollo sustentable, y el tercero parte de la necesidad de identificar las áreas que comparten género y medio ambiente.

El desarrollo sustentable requiere de políticas democráticas y la implicación de todos los actores sociales, lo cual requiere una apuesta de transformación en el ámbito social y cultural. Para esto, es importante resaltar el papel central que cumplen las mujeres en el manejo ambiental y, de allí, se deriva la necesidad de su involucramiento en la planificación de políticas públicas que lo contemplen.

Entre las distintas corrientes de pensamiento que relaciona los conceptos de género – medio ambiente, podemos mencionar: el ecofeminismo - vincula a la mujer con la naturaleza y el estereotipo de madre y cuidadora del hogar y asumen que está en mejores condiciones de revertir la cuestión ambiental y mediar verdaderamente en su protección; el modelo de mujeres y medio ambiente centra su análisis en el importante rol que ejerce la mujer en la administración diaria de recursos naturales y su gran aporte en la lucha contra la degradación ambiental; y la corriente género, medio ambiente y desarrollo sustentable relacionada con el enfoque género en el desarrollo (GED) que expresa que la discriminación que afecta a las mujeres se expresa a través de la división por género del trabajo y la consecuente asignación casi exclusiva de la responsabilidad de la crianza de los hijos y del trabajo doméstico a las mujeres, el acceso desigual de varones y mujeres a los recursos productivos y a sus beneficios y las limitaciones a la participación en los procesos de adopción de decisiones y al acceso al poder público en sus diversas expresiones.

Es necesario precisar y visibilizar las vinculaciones diferentes de hombres y mujeres en el acceso a los recursos ambientales, ya que se entiende que las cuestiones de género y las decisiones medioambientales son reflejo de dispositivos de poder.

Se pone de manifiesto la necesidad de superar el sesgo de parcialidad que se vislumbra en cierta doctrina: la ubicación del papel de la mujer resignado al ámbito doméstico, el cual se extiende al considerarla ‘naturalmente’ protectora del medio ambiente.

En el tema de estudio no se hace referencia sólo a las mujeres sino a las relaciones que éstas establecen y al sistema de poder en el que están insertas, y su participación no sólo se evalúa como víctima de los cambios ambientales, sino también como conocedoras, usuarias, consumidoras de recursos naturales, y por lo tanto como sujetos capaces de proponer mecanismos que conduzcan a la sustentabilidad.

 

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